
El amanecer del Pioneer Centre Seconds Sunny-Side Up
Style / Anytime
5 may 2025
El universo detuvo su movimiento perpetuo para contemplar el reloj amarillo, radiante como el sol
Aún en la alta relojería nacen pioneros de historias divertidas. Para muestra, basta un botón, mejor dicho, bastó un tic tac para contemplar el funcionamiento del radiante Pioneer Centre Seconds Sunny-Side Up de H Moser & Cie.
Estamos seguros que te fascinará continuar leyendo esta inquietante y efervescente historia. Así que comencemos. En un giro cósmico digno de una tragedia griega cocida a fuego lento con una pizca de melodrama, un huevo yacía cómodamente acurrucado sobre un mantel a cuadros. Mirando de forma inquietante y profunda a los ojos de una gallina, declaró: “Bueno, ya basta de suspenso. ¿Cuál de nosotros fue el primero?” Entonces, la gallina, con la guardia baja y ligeramente ofendida, batió las alas con un gesto propio de una diva.
Una luz en el horizonte
En ese mismo instante, cuando empezaba a experimentar una sensación entre el pánico existencial y un instinto creciente de lucha o huida, surgió una luz cegadora en el horizonte. Una luz tan brillante que hizo que todas las cáscaras se estremecieran y causó un gran alboroto.
Su resplandor
Era el amanecer del Pioneer Centre Seconds Sunny-Side Up. Este reloj no solo funcionaba: había llegado por todo lo alto. Se exhibió, pavoneándose en cada tic, recreándose en cada tac, moviéndose con todo el orgullo y la pompa de un gallo que, no solo había leído a Sartre, sino que ahora, era el rey del gallinero, conocido como «Su Alteza Hueval».
—¡Basta de esta tontería del huevo o la gallina! —cacareó—. Estoy aquí para poner el tiempo en su sitio, no para andar revolviéndolo con cuestiones filosóficas de corral. Con un altivo tic tac, se hizo el silencio de repente, como un suflé que baja de golpe. El universo detuvo su movimiento perpetuo para contemplar el reloj amarillo, radiante como el sol, que desprendía un brillo puro y resplandeciente, como el de las claras de huevo batidas a punto de nieve.
El centro del universo
Irremediablemente, embelesado, el tiempo aceptó sin condiciones girar exclusivamente en torno a este nuevo centro del universo. La gallina y el huevo, anonadados y tras haber recibido una lección de humildad, conocían ahora la jerarquía establecida y la acataron sin decir ni pío. Porque, ante los ojos de ese reloj, no había ni un principio ni un final. Solo existía el ahora. Y, con esa epifanía, llegó la hora del brunch, que no era un simple refrigerio, sino un llamado del cielo, un dorado estallido de absurdos impregnado de yema.
Sus cualidades radiantes
Te encantará saber que la esfera, con un diámetro de 40,0m con motivos de rayos de sol y cristal de zafiro abombado tiene una correa de caucho blanco. Posee una reserva de marcha de tres días como mínimo. Marca las horas, los minutos y los segundos. Sin lugar a dudas, se convertirá en el más divertido y emblemático de tus relojes.