Sinfonía de sabores en Cantina Filomeno

---

Para esta temporada veraniega las opciones son muy frescas para salpicar al paladar delicadamente.

Técnicas ancestrales e ingredientes de temporada son las estrellas que le dan un brillo y sabor único a los nuevos platillos de la Cantina Filomeno. 

 

Platillos ancestrales, pero renovados con técnicas y  enriquecidos con la riqueza de los ingredientes mexicanos, es la propuesta de la Cantina Filomeno. A pesar de que apenas tiene un año deleitando a los capitalinos, se ha convertido en uno de los favoritos de la colonia Roma. Porque cada zona es diferente y con historias por contar.

 

Detalles excepcionales

Debes saber que su nombre se debe a una de las pinturas que está en la barra, propiedad de uno de los socios fundadores, que es anticuario, que fue la primera pista para ahondar sobre los orígenes de la casona.

 

Con un ambiente muy familiar, que te hace sentir como en casa, por los sabores familiares, pero con el trato excepcional que le caracteriza, logra que cada visita sea un festín para los sentidos.

 

Nuevos acentos culinarios

Cabe destacar que al menú se le van haciendo cambios al integrar platillos de temporada, que te invitan a redescubrir los clásicos con el toque peculiar del chef Alfredo González, quien comentó: “para esta temporada veraniega las opciones son muy frescas para salpicar al paladar delicadamente. Me inspiré en los ingredientes nobles del verano y los enriquecí con técnicas precisas”.

 

Contraste de sabores

No te pueda de probar las delicias de esta temporada que incluyen:

 

 

●     Un lujo de temporada: chilaquiles de otro nivel con escamoles. Los totopos crujientes se bañan en una salsa cremosa de habanero que acaricia el paladar con su picor justo. Se fusionan con la delicadeza de la flor de calabaza, el toque vibrante de la cebolla cambray y el aroma fresco del cilantro criollo. La joya de la corona: unos escamoles fritos en mantequilla, que aportan una textura suntuosa y un sabor único.

●     - Frescura y contraste: en los sopes artesanales. Llevan los imprescindibles frijoles y una vibrante salsa verde martajada. La sorpresa llega con una ligera ensalada de berro, cilantro y quelites, aliñados con la acidez justa del limón y un toque de sal. Pero lo que realmente los distingue son las finas láminas de filete de res, realzadas con aceite de ajo, la chispa del chile serrano y el cilantro criollo, todo coronado con delicadas escamas de sal.

 

 

●     Maestría en la técnica y confort en el plato: la técnica en la cocción se conjuga con el sabor más reconfortante, para crear el Poulet Rôti. Una pechuga de pollo cocinada meticulosamente al vacío y luego rostizada hasta alcanzar ese punto dorado y jugoso. Se acompaña de una guarnición clásica y deliciosa: papas, champiñones y tocino, bañados en un jugo de fondo perfectamente ligado y realzado con un toque de cebollín. Es una oda a la cocina que abraza el alma.

●     El cierre perfecto de una sinfonía culinaria: una exquisita experiencia gracias a la tarta de chocolate. Optaron por un chocolate semiamargo que equilibra dulzura e intensidad, complementado con la suavidad sedosa del mascarpone. El contraste perfecto lo aporta un crujiente de avellana, que añade una dimensión de textura que te invita a saborear cada momento. Es una creación  con texturas contrastantes, para cerrar con broche de oro.

 

 Para complementar tu experiencia, pregunta por la coctelería basada en destilados con el sello mexicano como mezcal, raicilla y soto. Si tienes suerte y se encuentra Lala, pide que te lleve a un recorrido de bebidas a través de una pequeña cata, mientras que te cuenta cómo se crean los destilados que sirve la Cantina Filomena.