
El alma de los milagritos a la mesa
Furnishing / Decor Ideas
2 sep 2025
Los diseños, sutiles y elegantes, están inspirados en la simbología de los milagritos, convirtiendo cada comida en un pequeño ritual de esperanza y protección.
Dos marcas mexicanas se unen para reinterpretar los corazones 'milagrito' en piezas que son un amuleto para tu hogar. Te contamos la historia detrás de esta colaboración llena de alma que querrás tener para siempre.
En un mundo donde todo parece efímero, cada vez buscamos más rodearnos de objetos que cuenten una historia, que tengan un alma. Nuestra casa es nuestro refugio, y cada pieza que elegimos para habitarla es un reflejo de quiénes somos. Es por eso que cuando descubrí la nueva colaboración entre HUAKAL, maestros de la artesanía de alta gama, y ZASH, las expertas en crear mesas de ensueño, sentí una conexión inmediata. Juntos han creado "Milagritos", una colección que es mucho más que simple decoración; es un pedazo de la tradición mexicana traída a nuestro día a día.
El corazón como símbolo de gratitud
Para entender la belleza de esta colección, primero hay que conocer la historia de los "milagritos". En México, estas pequeñas figuras de metal, a menudo de hojalata, son ofrendas que se dejan en los altares para agradecer un milagro o pedir un deseo. De entre todas las formas, el corazón es la más poderosa. Simboliza el amor, la fe, la gratitud y la protección.
Con el tiempo, estos corazones trascendieron los espacios sagrados para convertirse en amuletos y piezas decorativas que llevamos con nosotros. Y es precisamente esa carga emocional la que HUAKAL y ZASH han logrado capturar en cada una de sus nuevas creaciones.
Una mesa que agradece y celebra
La colección "Milagritos" está pensada para vestir nuestros momentos más especiales, desde una cena íntima hasta una celebración del mes patrio. Cada pieza es una declaración de amor por nuestras raíces.
Sobre el barro, moldeado por las manos expertas de los artesanos de HUAKAL, los corazones milagrito decoran una vajilla espectacular. No solo es hermosa, sino que infunde cada plato con una intención: la de compartir y agradecer. Sentir su peso y textura es conectar con la tierra y con el arte popular en su forma más elevada.
Por su parte, ZASH viste la mesa con una mantelería que actúa como un lienzo de buenos deseos. Los diseños, sutiles y elegantes, están inspirados en la simbología de los milagritos, convirtiendo cada comida en un pequeño ritual de esperanza y protección.
Y para el brindis, un guiño a la nostalgia que nos roba una sonrisa: unas servilletas de cóctel bordadas con los icónicos personajes de la Lotería. Son ese toque de diversión que nos recuerda las tardes en familia, la unión y la alegría de estar juntos.
Milagros cotidianos
Esta colaboración es un recordatorio de que los objetos más hermosos son aquellos que tienen un significado. Es una invitación a poner una mesa que no solo se vea increíble, sino que también se sienta llena de amor, gratitud y pequeños milagros cotidianos.