El residuo se convierte en poesía textil para tu hogar
Awareness / Upcycling
10 oct 2025
No se trata solo de poseer un cojín, sino de ser dueño de una pieza que refleja "habilidad, cuidado y herencia cultural"
Pensemos en el futuro de la decoración. No en las tendencias efímeras, sino en una estética con conciencia, donde cada objeto en tu sala cuente una historia de transformación y belleza. Eso es precisamente lo que nos propone IKEA con su colección ÅTERSTÄLLA 2026, una línea que no solo decora espacios, sino que redefine la esencia misma de lo que significa adquirir un accesorio para el hogar.
Imagina: fundas para laptop que alguna vez fueron prendas, cojines que renacen del desperdicio, textiles de decoración y organizadores de viaje que encapsulan la herencia cultural de comunidades mexicanas. Esta no es una colección cualquiera; es un manifiesto de diseño circular, donde lo desechado encuentra una nueva vida llena de color, textura y significado.

La magia artesanal
El proceso es tan fascinante como el resultado. A través de una colaboración con la empresa social mexicana Someone Somewhere, los textiles recuperados se transforman en hilo para ser tejidos por las manos maestras de artesanos de Oaxaca. El resultado son piezas únicas, impregnadas de una narrativa profundamente humana.
Como comenta Karla Pino de IKEA, esto es un "testimonio de lo que es posible cuando la sostenibilidad se une con el propósito". No se trata solo de poseer un cojín, sino de ser dueño de una pieza que refleja "habilidad, cuidado y herencia cultural". Fátima Alvarez de Someone Somewhere lo reafirma: esta alianza genera "empleo digno", transformando residuos en oportunidades reales de desarrollo.

Cifras que hablan de conciencia
En un mundo donde la industria de la moda es una de las más contaminantes, con la CDMX desechando 3.7 millones de toneladas de textiles al año, iniciativas como esta son un rayo de esperanza. Los números de ÅTERSTÄLLA 2026 hablan por sí solos: más de 1,400 horas de trabajo generadas para artesanos, 1,371 kg de textiles reciclados y miles de metros de tela reutilizada. Estas no son solo estadísticas; son la huella tangible de un movimiento de diseño consciente.

¿Cómo ser parte de esta revolución decorativa?
Lleva tus textiles en desuso a cualquier tienda IKEA y recibe un cupón de compra. Es el primer paso de un ciclo virtuoso donde tu donación se convertirá en la materia prima de la próxima pieza de diseño que alguien amará. Es interiorismo participativo: tu acción directa contribuye a un ecosistema más limpio y justo.



